Convivencia peregrina - El Camino es de todos

Para los amantes de las dos ruedas el Camino de Santiago nos brinda una oportunidad única de vivir esta magnífica experiencia, y a la vez practicar el deporte que nos apasiona.
Sin embargo, no debemos olvidar ni un momento que el "perfil natural" del Camino es el peregrino a pie, y que éste siempre tiene preferencia.
No está de más que hagamos esta advertencia, ya que si no ponemos todo nuestro empeño en que nuestro paso sea lo menos traumático posible para el resto, podemos convertir la peregrinación de algún peatón en una auténtica tortura.

El peregrino camina normalmente inmerso en su "burbuja", concentrado en su auténtica motivación, sea ésta cual sea, y ajeno a cualquier manifestación que se produzca en el exterior. Ten en cuenta que pueden pasar horas sin que se encuentre con nadie, lo que acentúa más si cabe su aislamiento terrenal.
Si en pleno trance de meditación, aparece un ciclista levantando polvo, prácticamente rozándole con el manillar de la bici, y para mayor tortura, haciendo sonar su timbre como si se tratase de un mercancías, podemos imaginar el tremendo susto que debe producirle, sin pensar que pueda acabar en un incidente serio.

Para que nosotros disfrutemos plenamente de cada recorrido, tenemos que tener también la seguridad de que hemos contribuido a conseguir la perfecta comunión entre todos los peregrinos a Santiago, creando un clima de paz, armonía y recogimiento.

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